jueves, 27 de agosto de 2009

Antichrist


"La inspiración se encuentra en los miedos de uno,las emociones nacen allí,pero se convierten en otra cosa"
"El cine es un medio de segunda por que siempre se nutre de emociones que pide prestadas a la vida real.Si alguien tiene miedo viendo una película, es porque tiene algún terror que puede sacar y usar viéndola."
Lars von Trier.
Nació en 1956, se licenció en la Escuela de Cine de Dinamarca en 1983.En 1991,con Peter Aalbaek, fundó Zentropa Entertainments,actualmente una de las primeras productoras escandinavas.
Después de rodar la trilogía "El reino":Medea(1998),El reino I(1994) y El reino II; consiguió la financiación para el siguiente proyecto la trilogía "Los corazones rotos", inspirada en una novela infantil que leyó de niño, y cuya heroina siempre estaba dispuesta a sacrificarse por los demás.Comprendiendo las peliculas:Rompiendo las olas(1996),gran premio del jurado en Cannes,Los idiotas(1998) y Bailar en la oscuridad(2000),Palma de oro en Cannes.
Ha empezado una tercera trilogía,"América país de las oportunidades",Dogville(2003)fue la primera entrega,la segunda es Manderlay(2005) y esta preparando la tercera que va a llamar Washington.
Capaz de hacer una comedia como "El jefe de todo Esto"(2006), rodada a su estilo de producción dogma y que inaguraría con la película "Los idiotas" y a continuación rodar la antítesis total de lo que puede ser una comedia;ANTICHRIST.
Película de extrema belleza visual y que te engancha en los cinco minutos que dura la primera escena.
Coloca al espectador en un estado de excitación entendido como miedo para, de un golpe y porrazo colocarte en otro estado de excitación diferente;de deseo.Polos totalmente diferentes,sirviendose de la naturaleza como protagonista.
Desenfoques,primeros planos,retoques digitales que meten al espectador en un aura que sí,tiene momentos muy duros puede ser que sin explicación para el que la ve(¿todo lo tiene que tener?),pero que si para el director lo tiene, a mi me basta;¿provocativos?¿molestos?;ya me gustaría que en la vida todos los momentos que visualizamos de esta índole fueran así.
"Antichrist ofrece una experiencia irrepetible para aquellos espectadores que no se sientan intimidados por las imagenes que asaltan la cabeza de un cineasta que bordea la locura y no tiene ningun pudor en compartirla con sus congéneres"Fotogramas.

lunes, 10 de agosto de 2009

EL PODER DE LA IMÁGENES EN EL TERROR SOCIAL DE MICHAEL HANEKE

BENNY'S VIDEO (Austria/Suiza, 1992)
Michael Haneke



Benny es un joven de 14 años de buena familia cuya falta de cariño de sus padres ha sido recompensada con un estupendo equipo de video. Obsesionado con el uso de su nuevo aparato, graba cómo sacrifican a un cerdo con una pistola, lo cual le incita a cometer un acto salvaje.

Con esta premisa, la película se convierte, mediante un esclarecedor juego especular, en el arma denunciadora de su propio dispositivo, la imagen, y de su supuesta neutralidad. Estas imágenes de vídeo, que poco a poco van invadiendo la imagen cinematográfica de la película, sirven para distorsionar la imagen del cine. La calidad y la geometría, la concisión de las imágenes de cine contrastan con unas imágenes pobres, neuróticas y feas del vídeo. “El video de Benny” no es un alegato o denuncia social explícito, sino que con esta sucesión de imágenes expone concretamente unos personajes identificables por todos, ofreciendo la posibilidad de una reflexión imborrable, como todas las grandes películas del cine moderno. Además, destaca la labor del director en este trabajo en el que ha mezclado imágenes de vídeo con imágenes de celuloide. El pionero en mezclar las imágenes en celuloide con las de vídeo fue Jean-Luc Godard. Pero también se retienen como válidas las de Atom Egoyan en Family Viewing o más recientemente con “Adoration” y de Steven Soderbergh en Sexo, mentiras y cintas de vídeo. Y, como no, Michael Haneke se pone a la cabeza de las obras más conseguidas con este método expresivo. Otra de las referencias que se atisban a la hora de analizar “El video de Benny”, es la de Robert Bresson, ya que era el cineasta de la evidencia de lo real, mediante un estilo que parecía indiferente pero que atravesaba lo material hasta el alma, al igual que Haneke a hecho a lo largo de toda su filmografía,

Mediante una serie de imágenes frías y glaciales Michael Haneke no cesa de desempolvar los elementos contradictorios de una sociedad del bienestar en la que la opulencia siempre esconde lo siniestro. En “El video de Benny” la moral encubre la represión sacando a la luz las pulsiones reprimidas que corroen a una sociedad burguesa completamente enfermiza. El realizador austríaco no cesa de poner el dedo en la yaga y hurgar en un mundo en el que la convenciones han acabado disimulando la miseria moral. Evita el humor sarcástico y la afectación para filmar desde la distancia el vacío moral de la sociedad posmoderna. Él utiliza la imagen cinematográfica como un instrumento que puede revelar todo aquello que ha sido desterrado de la sociedad y de la historia. Por esta razón, en el cine de Haneke las verdaderas víctimas somos los espectadores ya que no cesa de apalear nuestra conciencia moral.

“El video de Benny”, al igual que “Funny Games”, “Código Desconocido” o “Caché” reflexiona sobre el papel que juegan las imágenes en la creación de un imaginario social basado en la homologación de la violencia. Parten de imágenes violentas, no obstante, la cuestión fundamental no reside en observar como es vista la violencia sino reflexionar sobre la posición del espectador respecto a la violencia. Haneke sumerge al espectador en un auténtico infierno emocional, pero establece una distancia reflexiva. El horror que llega a transmitir “El video de Benny” es insoportable pero el punto de vista utilizado se basa en el antipsicologismo y en la utilización del fuera de campo. Casi todas las manifestaciones contemporáneas sobre la posibilidad de que un mundo de misteriosos y perversos signos visuales estén sustituyendo al mundo real están presentes en “El video de Benny”. Dentro de este esquema, el sacrificio de un cerdo (para comérselo) y el fin de una chica (eliminada sin motivo), parecen lo mismo: ficción como las películas de serie B que Benny alquila en el videoclub y ve tendido en su cama. En este caso, el poder de las imágenes de ficción, es decir, el cine, también juegan su papel y afectan de una forma concreta a Benny debido a su educación. Haneke no quiere que el público se identifique con los personajes, quiere obligarlos a pensar y a sentir con la propia película. El cineasta austríaco quiere que la gente participe en el significado de sus obras y que las integre en un sistema de valores y creencias. Por descontado que con el “El video de Benny” lo consigue.

2 JOYAS DEL 2009


"DÉJAME ENTRAR" (SUECIA, 2008)

Tomas Alfredson



SUTIL TERROR CONTEMPORÁNEO

Fuera de todo cliché popularizado por lo que hoy día denominamos “posmodernidad”, la sensibilidad y sutileza con la que Tomas Alfredson aborda este pequeño y hermoso cuento vampírico ubica el género fantástico en una nueva dimensión. Gracias a su pulcritud en el tratamiento del guión, el director sueco logra una fluida convergencia entre el género fantástico, el drama social y el romance infantil.

Una fría noche de invierno, en un suburbio de la gélida Estocolmo Oskar (Kare Hedebrant) y Eli (Lina Leandersson) se reconocen en su soledad y su tristeza y deciden entablar una secreta relación de amistad. Él es un niño de padres divorciados con graves problemas de sociabilidad y que sufre los malos tratos de sus compañeros, ella es un vampiro cuya condición le impide tener cualquier tipo de relación humana. Con este punto de partida, “Déjame entrar” desarrolla una tierna y original historia, nada pretenciosa, que bebe tanto del género terrorífico tradicional como del drama social actual. Esta situación provoca una combinación entre lo irreal y lo humano que, siguiendo la estela de “La Niebla” de Frank Darabont (2008), ubica nuevamente el género del terror en el campo de la reflexión social. En “Déjame entrar”, temas tan complejos como el acoso escolar, las relaciones familiares y la inocencia del amor son tratados con una delicadeza asombrosa. El director sueco presenta una situación concreta y deja al espectador sacar sus propias conclusiones, añadiendo así un gran valor al sentido metafórico de la historia. No hay nada sobrexplicado y mediante el film Alfredson mantiene un diálogo constante con la audiencia, invitándole así a interpretarlo como cada uno lo sienta.

Otro factor que hace que esta película sea única dentro del género fantástico es el tono poético con el que está enfocada. La narratividad del film provoca que a momentos el espectador olvide estar asistiendo a una película de terror. Claro ejemplo es el primer encuentro entre Oskar y Eli. Sobre la nieve que cubre la ciudad, ambos personajes confluyen en unos columpios totalmente desangelados. Son dos niños que por motivos diferentes no se adaptan a la etapa de infancia que deberían vivir y Alfredson nos lo muestra sutilmente mediante el espacio en el que ambos convergen. Todo parece destinado a la existencia secreta, a la introspección y al silencio, en correspondencia al deprimente escenario, casi congelado en el que se mueven los personajes.

Siguiendo con el tratamiento poético de la película, “Déjame entrar” es un leitmotiv que describe a la perfección el contenido del film. Haciéndose eco del carácter tradicional de la leyenda vampírica (estos no pueden entrar a una propiedad privada si no son invitados) Alfredson lo aplica en todas las situaciones mostradas a lo largo del metraje, tanto las fantásticas como las reales.

En “Déjame entrar”, la atmósfera es indisociable de la historia y los personajes. Para ello, el director sueco rueda rigurosos encuadres con una finura excelente que aportan una sobria fotografía a todo el metraje. Además, el sonido esta cuidadosamente tratado. Tanto los sonidos de la naturaleza como los sonidos humanos (un simple parpadear de ojos por ejemplo) enfatizan la importancia de los silencios, y no olvidemos que estamos ante una película de silencios. Todos estos factores demuestran la importancia que a dado el realizador sueco a la atmósfera transmitida en la novela.

En definitiva, nos encontramos ante una obra fina, delicada y deliciosa que encumbra el género de terror en una nueva esfera de contenido social y existencial, lo cual la convierte en uno de los acontecimientos cinematográficos del 2009.


"LAS HORAS DEL VERANO" (FRANCIA, 2008)
Olivier Assayas




LA AMBIGÜEDAD DE LOS VALORES FAMILIARES


Junto a las magistrales "Still Walking" de Hirokazu Kore-Eda y "Un cuento de navidad" de Arnaud Desplechin, la sutileza de "Las horas del verano" confirma que el tema de la familia ha sido la protagonista de las obras más interesantes del 2008-2009. Desde una perspectiva temática, la película de Olivier Assayas nos muestra de forma simple pero brillante una profunda reflexión sobre el efecto del paso del tiempo en la descomposición de las raíces familiares, acarreando la definitiva desaparición de un estadio temporal que al fin y al cabo conlleva la disolución de un mundo particular.

Los caminos de tres hermanos de una familia burguesa que están en la cuarentena chocan cuando su madre, encargada de gestionar la excepcional colección de arte del s. XIX que perteneció a su tío, muere repentinamente. Los tres se ven obligados a entenderse y a limar sus diferencias enfrentándose juntos al fin de su niñez, memorias compartidas, orígenes y a la particular visión que tiene cada uno del futuro. Mientras la familia se desintegra, toda la colección de arte termina en un museo y la casa familiar se convierte en un espectro de lo que fue. Este hecho Assayas lo escénifica con gran estilo en la secuencia final en el que los sobrinos organizan una fiesta cuando ya está en venta. Un hogar que durante una época estuvo lleno de vida, acaba convirtíendose en un mero espacio físico vacío de toda esencia.

De esta forma, bajo la clara influencia de la lectura Proustiana que impregna toda la obra del director francés, Assayas crea una hermosa metáfora sobre el fin de una cierta clase y un cierto arte franceses ante los efectos de la globalización. Las obras de arte reunidas por Hélene son objetos vividos que juegan como símbolos del tiempo acumulados debido a un determinado gusto artístico, y lo que realmente se pierde en el duelo de la madre es la expresión del alma de una artista.

Los tres hermanos genialmente interpretados por Juliette Binoche, Charles Berning y Jérémie Renier son personajes perfectamente identificables por la mayoría de especatadores. Frédéric, el único que aún reside en Francia es quien más sufre por la desaparición de sus raíces. En cambio, Adrienne, exitosa diseñadora residente en New York y Jérémie ejecutivo definitivamente afincado en China muestran menos sensibilidad y evitan que el afecto emocional influyan en sus decisiones y se resignan con sorprendente frialdad a la pérdida de la esencia familiar.

Con un estilo formal sobrio y sin espectacularidad alguna, Assayas pone la cámara al servicio de la historia utilizando un tono acertadamente exento de irónia en su tratamiento. De esta forma, logra no caer en ningún momento en el drama intenso ni tampoco en el humor negro y crea una obra fluída, fresca y encantadora para disfrute y goce de todo buen aficionado al cine.

domingo, 9 de agosto de 2009

Zabriskie Point (1970)


Una vez consagrada su reputación internacional con la tetralogía italiana:La Aventura(1960),La Noche(1961),El Eclipse(1962),El Desierto ROJO(1964);Antonioni firmó un contrato para filmar tres peliculas con la Metro-Goldwyn-Mayer.El fruto más inmediato fue Blow Up,deseo de una noche de verano(1966),el único éxito comercial que obtuvo con premios como la prestigiosa Palma de Oro de Cannes o nominaciones a los oscars como mejor director y mejor guión original entre otros.
Segun la productora Americana la segunda pelicula que formaba parte del contrato,Zabriskie Point(1970),fue un desastre total.Costó siete millones de dólares,cinco veces más que Blow Up,y reportó unos beneficios de menos de novecientos mil, una vígesima parte de la recaudación en taquilla que la pelicula anterior.

Que se joda la productora,y lo siento por la gente que no fue a verla y nunca la podrá ver por que perdió la oportunidad de ver la exploración mas inteligente y compasiva de la juventud que se llegara a ver junto a la pelicula La maman et la putain (1973)
del gran Jean Eustache.

Zabriskie Point viene a ser algo así como la puesta en imágenes de una mirada entre fascinada y atónita, a la cultura estadounidense previa al estallido de mayo del 68. La muerte de un estudiante en una revuelta fue la excusa argumental de la que se sirvió Antonioni para llevar a término este análisis de una juventud atascada entre el movimiento “hippie” y el compromiso personal.
Gracias Antonioni donde quiera que estes.